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Ortodoncia y cuidado dental para pacientes con labio leporino

Los niños con hendiduras bucales a menudo reciben tratamiento dental y de ortodoncia para favorecer la alineación de los dientes y eliminar cualquier espacio producido por la hendidura.

Es posible que el tratamiento dental de rutina se pase por alto en medio de todos estos procedimientos de mayor envergadura, pero los dientes sanos son fundamentales para los niños con hendiduras, ya que son necesarios para poder hablar con corrección.

Los niños con hendiduras bucales por lo general necesitan el mismo cuidado dental que los otros niños: cepillado regular y limpieza con hilo dental una vez que aparecen los molares de los 6 años. Según la forma de la boca y los dientes, es posible que su dentista le recomiende un "toothette" (una esponja o hisopo suave que contiene enjuague bucal) en lugar de un cepillo de dientes. A medida que su hijo crece, es posible que pueda comenzar a usar un cepillo de dientes para niños suave. Esto es clave para asegurarse de que su hijo se cepille bien y con regularidad.

Por lo general, los niños con paladar hendido tienen un defecto en el reborde alveolar. El reborde alveolar es la encía superior ósea que contiene dientes, y los defectos pueden:

·                        desplazar, voltear o rotar los dientes permanentes

·                        impedir que emerjan los dientes permanentes

·                        impedir que se forme el reborde alveolar

Estos problemas pueden solucionarse si se injerta tejido óseo en el alvéolo, lo que permite corregir la ubicación de los dientes con ortodoncia.

El tratamiento de ortodoncia por lo general suele realizarse en varias etapas. La primera, que comienza cuando aparecen los dientes permanentes, se denomina expansión ortopalatina. Se redondea el arco dental superior, se aumenta el ancho de la mandíbula inferior y se coloca un dispositivo denominado expansor palatino dentro de la boca del niño. El ensanchamiento de la mandíbula puede ir seguido de un injerto de hueso en el alvéolo.

Es posible que su ortodoncista espere hasta que salgan todos los dientes permanentes para comenzar la segunda etapa, que puede implicar eliminar dientes sobrantes, añadir implantes dentales si faltan piezas o colocar aparatos de ortodoncia para enderezar los dientes.

En aproximadamente el 25% de los niños con paladar y labio hendidos unilaterales, el crecimiento de la mandíbula superior no va a la par del de la mandíbula inferior. Si eso sucede, estos niños pueden necesitar (durante la adolescencia o juventud) una cirugía ortognática para alinear los dientes y favorecer el desarrollo la mandíbula superior.

Para estos niños, la segunda etapa de la ortodoncia puede incluir una operación denominada osteotomía en la mandíbula superior para desplazarla hacia adelante y hacia abajo. Por lo general, esto requiere otro injerto óseo para lograr estabilidad.