El mal aliento y la acumulación de bacterias que producen las caries también pueden afectar la lengua. Por tal motivo es necesario limpiar de manera habitual dicha parte de nuestra boca, aconsejan especialistas médicos.
La lengua nos es fundamental para hablar, besar, comer y efectuar infinidad de actividades cotidianas, como la masticación y la deglución, sin olvidar que es donde está ubicado el sentido del gusto.
Por eso “debemos recordar que la lengua es la principal fuente de bacterias que producen la enfermedad periodontal, una dolencia que afecta a las encías y a la estructura de soporte de los dientes y que puede acarrear la pérdida de estas si no se trata a tiempo”.
De ahí que de la limpieza lingual, realizada como rutina diaria mediante el cepillado, depende en buena parte que se mantenga una correcta higiene bucodental, ya que la boca es una de las más expuestas a la acción de los gérmenes debido a la continua ingestión de alimentos.
Lo que se debe hacer
Para mantener una correcta higiene, la lengua debe limpiarse frotando con suavidad hacia delante con el cepillo de dientes, sin olvidarnos de las zonas posteriores, aquellas donde más se acumulan las bacterias, o bien utilizar herramientas específicas como un limpiador lingual.
El dato
Se calcula que más de 300 especies distintas de microorganismos viven habitualmente en nuestra cavidad bucal.
Dicen los especialistas
Debido a su estructura papilar, a los surcos que tiene y a que permanece en contacto con la cavidad bucal, la faringe y las secreciones de la nariz, la lengua favorece la aparición de gérmenes de microorganismos, residuos orales y nutrientes.
La acumulación de los microorganismos en esta parte de nuestro cuerpo puede ocasionar halitosis. La mitad de los adultos presentan dicho problema y el 90% de los casos se debe a una incorrecta higiene oral, principalmente de la zona lingual.